LA
AGROINDUSTRIA EN ELMARCO DE LA GLOBALIZACIÓN
La
agroindustria tampoco ha escapado a la globalización. Coakley (2003) ha
resaltado los cambios ocurridos en la naturaleza de la producción de aquélla:
cada vez un número más reducido de corporaciones o con glomerados controlan la
industria global de alimentos, que con frecuencia alejan cada vez más al
consumidor del supermercado local o puntos de venta de comidas rápidas de la fuente
de producción. El desarrollo de la agricultura industrial, la pérdida de
importancia al nivel global de la agricultura como negocio familiar y la
concentración de la producción de alimentos en un número menor de firmas trasnacionales
significan que los alimentos consumidos son parte de un sistema global. Así,
por ejemplo, la producción de alimentos y bebidas procesados representa cerca de
1,5 billones de US$ anuales, que la convierte en una de las más grandes al
nivel mundial. La tendencia clave en el procesamiento de alimentos ha sido la concentración
industrial, de manera que el número de empresas que ofrecen los distintos
productos se ha reducido, su tamaño se ha incrementado y su poder de mercado se
ha concentrado en pocas manos.
Esto fue
característico de la década de 1990, cuando hubo un patrón de constantes
compras y ventas, así como de reestructuración de empresas en el sector
alimentario.
Históricamente
había una temporada y un lugar para cada tipo de alimento. Ahora se habla, en
su lugar, de la descontextualización y la estacionalidad de los alimentos de
fuentes globales (Adam, citada por Coakley, 2003). Adam argumenta que la
naturaleza y el tiempo se han vuelto “comodificadas” en la industrialización de
la producción alimentaria, al tiempo que la obtención de beneficios es el
motivo para asegurar métodos más eficientes y baratos de producir alimentos. El
tránsito a los métodos de almacenamiento usando refrigeración y tecnologías
para maduración de frutas, de métodos controversiales para la preservación
incluyendo la radiación, se ha traducido en que frutas y hortalizas éxoticas
provenientes de todo el planeta estén disponibles todo el año en cualquier
supermercado local. Los consumidores están cada vez más y más alejados de la
fuente y del origen del alimento. El comercio y las absorciones son comunes en
la industria de alimentos, hecho que de acuerdocon aquella autora constituye
una creciente área gris en cualquier caso de riesgo alimentario. La extensa cadena
por la que atraviesa el alimento se traduce en que la trazabilidad y fuente de
tales riesgos se hace cada vez más difícil en el sistema global de producción alimentaria
(Coakley, 2003).
Sin
embargo, tal y como señala Goodman (citado por Wilkinson, 2002), la
industrialización del sistema alimentario ha sido históricamente un proceso sui
generis, dada las limitaciones que impone la irreductibilidad del proceso
biológico para su transformación industrial. La nueva frontera de la
biotecnología fue redefinida y probablemente fue enfrentando tales limitaciones
progresivamente, consolidándose un moderno sistema agroalimentario alrededor de
una serie de alternativas industriales parciales a procesos y productos
agrícolas, según los avances del conocimiento científico y tecnológico.
Emergieron así diferentes sectores industriales caracterizados por: i) ser
industrias ampliamente basadas en el reescalamiento empírico y experimental de
procesos artesanales, manteniendo los antiguos procedimientos de conservación,
separación y transformación relacionados con procesos de exprimido, secado, inflado,
partido, calentado, congelado y fermentado; ii) adopción de una estrategia “sustitucionista”,
que redujera la dependencia de materias primas específicas; y iii) a pesar del “sustitucionismo”,
ser un proceso parcial (proveedora de ingredientes parciales). En muchos casos
fue incapaz de competir con la propia producción primaria, de tal forma que en
muchos casos todavía no hay una gran separación entre un producto a puerta de
finca y el alimento sobre un plato (por ejemplo, en carnes y horticultura).
El caso
que se aborda en este trabajo se corresponde en buena medida con tales rasgos. Adicionalmente
es importante, frente a la tradicional diferenciación PyME-gran empresa,
considerar de manera separada y específica a las microempresas,
distinguiéndolas de las auténticas PyME, a pesar de ser una tendencia más
reciente y de aplicación poco generalizada.
Existen
importantes diferencias entre las microempresas y las PyMEs: “las
microempresas suelen operar en el sector informal y se orientan
de manera exclusiva a los mercados internos, mientras que las
PyME se mueven generalmente en el sector formal, pueden proyectarse
hacia mercados más amplios e incluso mostrarse competitivas a
escala internacional” (Romero, 2006, p. 34). Tienen gran adaptabilidad y
gracias a su estructura flexible pueden transformarse según sean las condiciones
económicas imperantes en su entorno.
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